Mis retazos del pasado,
como antaño, una leva:
polvo al viento, se lo lleva;
sólo roba, muerte al fado.
Incluso al sufrir se aprende,
la victoria nada enseña,
mas ningún sabio desdeña
la alegría o la reprende.
¿Cómo hacer si la certeza
de felicidad se rompe,
y cual veneno corrompe
de tu vida la corteza?
¿Aguantar cómo esta pena,
cómo detener el llanto,
cómo tragarse el espanto
que a la oscuridad condena?
Encuentro mi pensamiento,
mis sueños y mi esperanza
perdidos en la añoranza
día y noche, yo no miento.
Lágrimas el rostro cubren,
lágrimas el alma empañan,
todas las palabras dañan,
más, más heridas descubren.
A la causa lo dedico,
cada estrofa indica nombre,
mas parece que a este hombre
la felicidad no es ico.
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